Fina ruega a Marta que sea su mujer mientras Jaime perdona a la dependienta. Además, Digna ya no se fía de Damián, que vuelve a chantajear a Begoña; Sara toma una decisión respecto a Luis; y María avisa a Gema sobre Ernesto. Esto y más, en el capítulo 92 de “Sueños de libertad”, el miércoles 3 de julio en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
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En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el martes 2 de julio, Andrés avisó a Jesús de que, por mucho teatrillo que haga, Begoña nunca olvidará que casi la mata; María comunicó a Gema que, ahora sí, podría estar embarazada; Luis decepcionó a Sara; Jaime reveló a Luz que Marta se ha enamorado de una mujer; Isidro, en sus últimas horas, alertó a Digna sobre Damián; y Mercedes predijo a Begoña que acabará casada con Andrés…
Avance de lo que pasará el miércoles 3 de julio en el capítulo 92 de “Sueños de libertad”
Isidro, contradiciendo los augurios de Jaime, aguanta y despierta con Fina a su lado. El chófer hace prometer a su hija que será valiente, viviendo como le plazca y amando como sienta. Ella jura a su padre que tratará de ser feliz, pese a quien pese, y rompe a llorar desconsolada.
Luego, Fina, tras la charla con su padre y dispuesta a enfrentarse a lo que sea para defender su relación, suplica a Marta que sea su mujer. Pero ésta se limita a lamentar amargamente que su amor no esté hecho para este mundo. En ese momento, Jaime entra a la cocina, pilla a la dependienta acariciando a su esposa e informa que Isidro ha entrado en coma...
Por su parte, Digna recrimina a Damián que, en tales circunstancias, no esté cerca de su amigo. Además, le comunica que, la pasada noche, el chófer le alertó muy seriamente sobre él. La cocinera admite que creyó que Isidro deliraba, aunque la actitud del patriarca le lleva a pensar que podría tener razón. Su cuñado, dolido por tanta desconfianza, acaba llorando de rabia…
En el salón, Andrés observa resignado la barbaridad de ropita de bebé que ha comprado María, que le reprocha falta de interés. En esas, aparece Begoña, y su cuñada, que solo tiene una falta aunque lleva días haciendo creer a su marido que está embarazada, le restriega que aún no le haya dado un hijo a Jesús…
Entretanto, Sara se desahoga con Gema tras el chasco que se ha llevado con Luis, que la animó a marcharse mientras ella renunciaba a su sueño para quedarse con él. En paralelo, el perfumista explica a Digna que la criada le encanta, pero se nota a la legua que continúa enamorado de Luz…
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Más tarde, Sara indica a Luis que finalmente ha resuelto mudarse a San Sebastián, donde ya ha reservado una habitación. Él solo acierta a desearle suerte y ella, visto el percal, se apresura a preparar el equipaje.
A todo esto, Begoña encuentra a Mercedes ojeando un álbum de fotografías en el despacho de Damián. La mujer afirma no reconocer a nadie y recela de la casa, presagiando que su hija terminará atrapada en la mansión si no “vuela lejos”.
En la fábrica, después de hacer muchos números, Andrés anuncia a Luis que su plan para ampliar la producción es inviable por el gran desembolso que supondría. Su primo se enfada y le echa en cara que, gracias a sus creaciones, De la Reina es la principal perfumería del país y él se llena los bolsillos.
Por otro lado, Gema expone a María su dilema: celebrar su aniversario con Joaquín o acudir al concierto con Ernesto. Su amiga sospecha que el tipo que conoció en Madrid la está enredando, pero ella decide asistir a ambos compromisos, convencida de que le dará tiempo a todo.
En la tienda, Tasio propone a Claudia y Carmen que Damián sea el padrino del hijo que espera con la de Don Benito y ellas se extrañan sobremanera. De hecho, la idea les parece tan rara que hasta se burlan del muchacho…
Durante la comida, Marta echa en falta a Mercedes y Begoña apunta que hoy está un poco desorientada. A continuación, aprovechando la ausencia de su hija, Damián chantajea de nuevo a su nuera: o se arregla con Jesús o su madre regresará al psiquiátrico…
En el cuarto donde agoniza Isidro, Fina se disculpa con Jaime por acusarle de vengarse de ella a través de su padre. El médico le quita hierro al asunto y la dependienta le garantiza que, en cuanto el chófer fallezca, abandonará la colonia. Solo le pide que haga dichosa a Marta para que se olvide de ella. En ese instante… ¡Luz se presenta con el tratamiento!
Y Begoña, tras la nueva amenaza de su suegro, visita a Jesús en su despacho y declara que está lista para que su matrimonio siga adelante. Su marido se muestra inmensamente contento, aunque ella exige a cambio una prueba de honestidad: que confiese de una vez por todas si asesinó a Clotilde y Valentín. Él asiente, proclamando que su único deseo es morir…
Si quieres saber más, adelántate a los próximos capítulos en nuestro último avance semanal de “Sueños de libertad”.
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