Andrés toma una decisión trascendental y Damián hace una inesperada confesión a Isidro. Por su parte, Begoña deja claro a Jesús que nunca lo perdonará. Esto y más, en el capítulo 86 de “Sueños de libertad”, el martes 25 de junio en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
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En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el lunes 24 de junio, Begoña se apiadó de María y exigió a Andrés que se vaya a Navarra y la olvide. Mientras, Luz confirmó el trauma de Julia por lo vivido en la cabaña y Jesús y Begoña pactaron fingir normalidad por el bien de la niña.
Por su parte, don Agustín confesó a Claudia que ha estado estafando a los fieles. Y Jaime apareció en la tienda y, sin ser visto, pilló a Marta besando a Fina…
Avance de lo que pasará el martes 25 de junio en el capítulo 86 de “Sueños de libertad”
Jaime aguarda en el salón a Marta, que ignora que su marido la vio besarse apasionadamente con Fina. Cuando ésta llega, él la tacha de mentirosa y le desvela que la pilló en la tienda con la dependienta. Ella, perpleja, trata de inventar alguna excusa, pero el médico exige que sea sincera y confiese si la muchacha es su amante.
Ahora que sabe que los gustos de su esposa “van por otros derroteros”, al doctor Berenguer le encaja que su matrimonio no acabara de funcionar. Dolido y con tono cruel, Jaime pregunta a Marta si le gustan las mujeres, y ella contesta que Fina es la única…
Mientras, María espera que la farsa de su embarazo y la influencia que Begoña ejerce sobre Andrés den pronto sus frutos y se marchen de una vez a Navarra. Por su parte, Gema le suelta a su amiga que alterna en Madrid con Ernesto, un hombre rico y atractivo que se ha prendado de ella. La otra le ruega que tenga cuidado.
En la mansión, Marta se desahoga con Jaime: con Fina ha descubierto el amor, aunque no ha sido algo buscado. Además, asegura que la escena que contempló fue fruto de un momento de debilidad, pues ya no están juntas. Ella desea comenzar desde cero y que su esposo le dé un hijo, pero él no la cree…
“Sueños de libertad” recibe a la villana de “Servir y proteger”
En la cantina, Gaspar y Carmen bromean por la cogorza que cogió don Agustín y Claudia salta con que los curas también tienen problemas. La de Don Benito acaba contando a la sevillana que el sacerdote le reveló que lo que Mateo se olía es cierto: ha estado estafando a los feligreses. La extremeña investigará y, si se confirma, ambas denunciarán el fraude.
En la fábrica, Jaime irrumpe en el despacho de Marta con cara de pocos amigos y la acusa de lanzarse a los brazos de una empleada como si él no existiera. Ella le jura que no volverá a ocurrir, pero su marido considera que le ha destrozado la vida consintiendo que dejara el barco y se instalara en la colonia. Inflexible, el médico amenaza con soplarle a Damián que su hija es lesbiana…
Poco después, el párroco se presenta en la tienda declarando que el vino le soltó la lengua y pidiendo a las chicas que echen al olvido las barbaridades que escucharon. Claudia lo engaña, afirmando que no dijo nada fuera de lo común.
En la cocina, Gema se ofrece a acompañar a Sara, que debe hacer unos recados en Madrid, y logra convencer a Joaquín para que no vaya con ellas. Para compensarla por el plantón del día anterior, el mayor de los Merino ha comprado a su mujer un caro chal con el dinero que Damián le dio para callarle la boca.
Más tarde, Damián reúne a sus hijos y Andrés advierte a su padre que si el encuentro es para despedirse de él, se lo podría haber ahorrado: no se mudará a Olite. Cuando el exmilitar le comunica su decisión a María, ésta monta otro cirio, saca a relucir de nuevo a Begoña y se niega a que su marido la toque.
Finalmente, Marta cuenta a Fina que Jaime las cazó liándose en la tienda. La dependienta no da crédito y siente que le ha arruinado la existencia a su exnovia, que aún confía en que su esposo, que es “un hombre bueno y me quiere”, se trague que la relación entre ellas ha acabado y no las delate…
Y en el cuarto donde descansa Isidro, Damián se abre con el chófer y reconoce que Tasio es su hijo, nacido de una relación fuera del matrimonio. El patriarca lamenta no haberse preocupado de conocer al joven en profundidad y su amigo le anima a recuperar el tiempo perdido.
A todo esto, Begoña -que acaba de asistir al perdón de Julia a Jesús, quien ha prometido a la niña que no volverá a comportarse como un energúmeno- avisa a su marido de que hacer el paripé por el bien de la pequeña no significa que vaya reconciliarse con él, que casi la mata. Por ello, la enfermera le aconseja que pierda toda esperanza…
Si quieres saber más, adelántate a los próximos capítulos en nuestro último avance semanal de “Sueños de libertad”.
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