Andrés vuelve a intentar besar a una Begoña desolada mientras Jaime se da cuenta de que tiene problemas de visión. Esto y más, en el capítulo 69 de “Sueños de libertad”, el viernes 31 de mayo en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
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En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el jueves 30 de mayo, Elena confesó a Jesús que Begoña investiga si él mató a Clotilde por infiel, y éste envió a su mujer a Digna, que le enseñó una carta en la que Valentín confirma ser el asesino. La enfermera suplicó perdón, pero su marido le rehúye. Además, Luz y Jaime firmaron la paz, Claudia escuchó el corazón de su bebé, y María contó a Andrés que Sebastián la acosa.
Avance de lo que pasará el viernes 31 de mayo en el capítulo 69 de “Sueños de libertad”
En la mansión, Digna cuenta a Begoña que Andrés ha logrado desviar la nueva carretera por La Sagra para evitar la destrucción de La Chopera del Coto, un paraje de gran valor sentimental, especialmente para Julia, muy triste al saber que la vía acabaría con una zona tan bella.
De su lado, Marta se siente mucho mejor tras desahogarse con Andrés, que le promete hacer todo lo que esté en su mano para que sea feliz. Además, el benjamín insta a su hermana a recuperar su pasión por la escritura y expresar así sus preocupaciones.
En la cantina, Joaquín contacta sin éxito con todos los clientes acomodados que conoce para tratar de que Gema tenga en su cena invitados de postín. Mientras, Luz propone a Luis una cita a solas para agradecerle sus consejos, gracias a los cuales Jaime y ella se entienden ahora a la perfección.
Y en su habitación, Claudia explica a Mateo que escuchar el corazón de su hijo “lo ha cambiado todo”. Su compañero no duda de que la de Don Benito debe quedarse con el niño y, para ayudarle… ¡Se ofrece a casarse con ella! La dependienta da por descontado que el muchacho sería un buen padre y mejor esposo, aunque alega que no hay química entre ellos.
Posteriormente, la extremeña revela a Carmen su decisión final: “Casarme y criar a mi hijo como Dios manda”. La sevillana, al saber que pretende desposarse con Mateo, que hasta ayer quería ser cura, comienza a poner pegas, aunque su amiga tiene una cosa clara: “Este niño vivirá conmigo, sea como sea”.
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En el dispensario, Begoña desvela a Luz que metieron la pata al sospechar de Jesús como asesino de Clotilde y da por arruinado su matrimonio, pues su marido no le “perdonará en la vida” una acusación tan grave.
En la fábrica, Andrés engaña a Sebastián y lo convoca para firmar el acuerdo nacido de la comida que organizó María. Una vez reunidos, le suelta que se va a quedar con las ganas, “lo mismo que con mi mujer”. Ortega no considera que haya acosado a la joven, tachándola de mentirosa. Entonces, el exmilitar lo echa del despacho “para siempre”.
En la tienda, Marta pregunta a Fina cómo está y la dependienta, con ironía, contesta que su respuesta depende de si le habla su jefa o su examante. A esta última le diría que se va sobreponiendo “tras tomar una decisión difícil pero necesaria”. En esas, aparece Carmen y Marta le comunica que volverá a ser ella la que le acompañe en sus viajes a Madrid…
En el jardín, María da las gracias a Gema por librarle de Sebastián, pero la sirvienta sigue muy enfadada con ella por negarse a cenar en casa de los Merino. Luego, Andrés anuncia a su mujer que acudirán a la fiesta, pues Joaquín se lo ha pedido como un favor personal.
Por la noche, Gema rebosa de alegría por tener en su evento a Andrés y María, hasta que se entera de que la pareja ha acudido al banquete a requerimiento de Joaquín. Así, la cena de marras acaba como el rosario de la aurora, con la criada mirando a su supuesta amiga como si estuviera perdonándole la vida…
Entretanto, Jaime se da cuenta de que le falla la visión, aunque se lo oculta a Luz y Marta, a la que pide explicaciones por su repentino llanto en la mesa. Su mujer, con desprecio, se niega a abrirse con un hombre al que apenas ha visto en años. Tras una fuerte discusión, el médico concluye que él es “el principal problema”.
Más tarde, Begoña coincide en la mansión con Andrés, que supone que ésta ha estado llorando por culpa de Jesús y la reconforta, colmándola de piropos. Ella declara que no es más que una “egoísta” y se culpa de parte del sufrimiento de su marido. Ambos están a punto de besarse… Pero la enfermera corre escaleras arriba… Y Gema sale de su escondite…
Y Jesús, aún en su despacho, suplica a Damián que impida que la nueva carretera pase por La Sagra. Su padre, que no comprende la petición del primogénito, demanda más detalles y su hijo desembucha: “Valentín no huyó a Brasil, está enterrado allí. Yo lo maté…”
Si te perdiste algo, vuelve a repasar los capítulos anteriores en nuestro último avance semanal de “Sueños de libertad”.
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